LONDRES, 28 de febrero de 2025.- Un robo tan insólito como espectacular sigue sin resolverse años después de su ejecución. La madrugada del 14 de septiembre de 2019, un grupo de ladrones logró entrar en el histórico Blenheim Palace y sustraer una de sus piezas más valiosas: un inodoro de oro macizo de 18 quilates, valorado en casi seis millones de euros. La pieza, que formaba parte de una exposición del artista Maurizio Cattelan, desapareció en cuestión de minutos y, al día de hoy, su paradero sigue siendo un misterio. La investigación apunta a que el inodoro fue desmontado y vendido en partes, y el caso se encuentra ahora en los tribunales británicos, donde varios sospechosos están siendo juzgados por su implicación en el robo. Se espera que el juicio dure aproximadamente cuatro semanas.
Un golpe rápido y sin rastro
La pieza robada, titulada America, es creación del polémico artista italiano Maurizio Cattelan, conocido también por su provocadora obra del plátano pegado a la pared. Esta singular instalación, completamente funcional y asegurada en su momento por más de cinco millones de dólares, formaba parte de una exposición en el palacio.
El inodoro, de 98 kilos de peso, estaba instalado y en funcionamiento cuando un grupo de cinco personas irrumpió en el recinto utilizando dos vehículos y herramientas como mazas para acceder al interior del edificio. Según la fiscalía, el grupo huyó dejando las herramientas en el mismo palacio.
El robo se llevó a cabo con extrema rapidez. Un video de vigilancia difundido por la policía de Thames Valley muestra cómo los ladrones conducían los coches robados a través de las puertas del Palacio de Blenheim antes de darse a la fuga con el inodoro de oro. Tras forzar las puertas del palacio, los delincuentes accedieron al interior por una ventana y derribaron una puerta de madera para llegar hasta la obra de arte. Con ayuda de mazos, lograron desprender el inodoro y huir en cuestión de minutos, dejando únicamente sus herramientas en la escena del crimen.
Un juicio en marcha
El destino de la pieza parece estar sellado. Según la fiscalía, los ladrones habrían desmantelado el inodoro y vendido sus partes por separado, lo que hace prácticamente imposible su recuperación. Las pruebas presentadas en el tribunal incluyen mensajes, notas de voz y capturas de pantalla extraídas de los teléfonos de los acusados, en los que se negociaba la venta de aproximadamente 20 kilos del oro robado a un precio de 25.632 libras por kilo. Se estima que el oro tenía un valor de mercado de aproximadamente 2.8 millones de libras (3.4 millones de euros) en septiembre de 2019.
Ahora, el Tribunal de la Corona de Oxford busca esclarecer los hechos y determinar la responsabilidad de los acusados. Entre los imputados, Michael Jones, de 39 años y residente en Oxford, se ha declarado inocente del cargo de robo. Sin embargo, según la fiscalía, Jones fotografió la pieza 17 horas antes del robo, lo que consideran una acción de reconocimiento previo al asalto. Otros implicados en el caso incluyen a Fred Doe, anteriormente conocido como Frederick Sines, de 36 años y residente en Windsor, y Bora Guccuk, de 41 años y con domicilio en el oeste de Londres. Ambos se han declarado inocentes del cargo de conspiración para transferir bienes robados. Un cuarto acusado, James Sheen, de 40 años y residente en Wellingborough, ya ha admitido su culpabilidad en el robo.
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