Se dictaminó que nadie puede ser despedido por su orientación sexual.
En 2015 la Suprema Corte de los Estados Unidos dictaminó que ningún estado podía prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo y con ello se logró un cambio significativo en la sociedad de este país. Ahora dan un paso igual de grande al haber decretado que la ley federal de derechos civiles protege a la comunidad LGBTQ de la discriminación laboral, es decir, ningún individuo puede ser condicionado en su trabajo ni despedido por su orientación sexual.
Esta nueva ley tiene como origen un escrito del juez Neil Gorusch, primer designado de Donald Trump en la Corte Suprema, en el cual explica su postura respecto a dos casos de discriminación contra personas homosexuales, y uno en contra de una persona transgénero. El presidente del tribunal John Roberts y todos los cuatro jueces liberales de la corte se le unieron y su esfuerzo ha desembocado en este decreto.
El juez Gorusch declaró que “…es imposible discriminar a una persona por ser homosexual o transgénero sin discriminar a esa persona por su sexo…”. Se espera que esta ley repercuta en otros ámbitos de la vida en los que la comunidad LGBTQ ha sido víctima de discriminación como atención médica, vivienda, y pago de impuestos.
Con información de J. Augusto Peña.
