El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, confirmó el día de hoy la detección de más de cien casos nuevos de COVID-19 en Pekín; aseguró que “se está investigando el origen y el alcance del brote».
Desde el miércoles la OMS fue informada por las autoridades chinas sobre esta situación sanitaria, por lo cual se solicitó «más información sobre el brote, las investigaciones en curso y las planificadas».
“Lo importante no es que surja esporádicamente el brote; lo importante es poder reaccionar de forma rápida, segura, controlada y haciendo una trazabilidad, es decir, averiguando todos los contactos que hay en torno a un único brote”, informó José Antonio López Guerrero, experto en virología de la Universidad Autónoma de Madrid.
La vice primera ministra china, Sun Chunlan, comunicó que estos nuevos casos están relacionados con Xinfadi, un mercado mayorista del distrito de Fengtái, al suroeste de Pekín.
El riesgo de propagación es “muy alto” pues este mercado es visitado por un gran número de personas, ya que su actividad representa el 80% del suministro de productos agrícolas de la capital china. Un gran número de los pacientes recientemente confirmados trabajan o han estado en el mercado Xinfadi, anunció la Comisión de Salud de Pekín.
Según el Diario del Pueblo, las autoridades de Pekín ya han tomado las medidas necesarias para frenar los contagios y han cerrado el mercado de Xinfadi, imponiendo un bloqueo parcial en sus alrededores y aumentando las pruebas en masa. Entre otras medidas, varias escuelas primarias y guarderías colindantes han suspendido las clases; asimismo, todos los mercados de productos agrícolas del país serán desinfectados.
Con información de Magaly Montoya
