Un bebé de apenas seis semanas de nacido, falleció en Rumania luego de su ceremonia de bautismo, pese a que lloraba, el menor fue sumergido al menos tres ocasiones en agua bendita.
Momentos después, el pequeño sufrió un paro cardíaco, por lo que fue trasladado de urgencia a un hospital donde horas más tardes perdió la vida.
La autopsia reveló que sus pulmones tenían presencia de un líquido (agua bendita), por lo que las autoridades comenzaron una investigación por homicidio, contra el sacerdote que ofició la ceremonia.
La iglesia en Rumania declaró que no cambiaría el ritual y no se dejaría amedrentar, hasta el momento no hay detenidos.