jueves, marzo 28, 2024
InicioBannerHacer el mal

Hacer el mal

Ahora que el oleaje femenino exigió un ¡ya basta! a la violencia, con marchas de miles de personas y el acto simbólico de desaparecer por un día, tal como hicieron los mexicanos en aquella película de Sergio Arau, al parecer lo políticamente correcto se impuso y generalizó –o por un momento al menos-, y así también pudimos ver todo tipo de simulaciones o incoherencias. Entre otras, que algunos misóginos consuetudinarios escribieran mensajes solidarios a mujeres en los chats de amig@s, o que funcionarios de instituciones de educación superior conocidos públicamente como acosadores o  encubridores, firmaran  los oficios y comunicados anunciando que se suspendían clases por el 9M. Casi como poner al lobo a cargo del gallinero, para echar mano de una imagen de fábula que hoy día ya resulta políticamente incorrecta.

No solo eso. Tampoco faltaron los periodistas y comentócratas de la tragicomedia nacional, la mayoría manes para emplear la terminología del divertido manual de feminismo pop latinoamericano de Catalina Ruiz-Navarro, que no pararon de manxplicar las marchas, rabia y protestas. O los machiprogres en busca de reflectores que no dejaron de interrumpir o manterrumpir, las y los oportunistas de siempre tratando de colgarse de algo que no entienden, y casos de diván o para el álbum del surrealismo mexicano como el del panista Javier Lozano Alarcón, por ejemplo. Fue sabido públicamente que ejerció violencias en contra de su primera esposa (quien por cierto trabajó como aviadora en el Consejo Nacional de Fomento Educativo entre 2007 y 2008), y ahora recién salió en un vídeo donde dice estar literalmente “hasta la madre” y culpa al actual presidente –con tono dramático, por supuesto-, de no poder acabar con la violencia doméstica.

Resultado de imagen para imagenes grotescas de javier lozano alarcón

Lo cual no deja de ser significativo. Porque más del 80% de feminicidios son cometidos por hombres cercanos a la víctima. Como sus parejas, ex esposos o novios por ejemplo. De ahí la urgencia de contar con buenas unidades de análisis de contexto que ayuden a las fiscalías a establecer patrones de agresión, con las distintas formas de violencia que va aumentando con el paso del tiempo hasta cobrar miles de víctimas. Y de ahí también la necesidad, apremiante, de conocer los distintos mecanismos y resortes que activan lo violento.

Por eso es recomendable el ensayo de Julia Shaw sobre nuestra infinita capacidad para hacer daño, y los motivos por los cuales podemos ser peor de lo que creemos. Es un libro pensado para público no especializado, que busca fomentar la curiosidad y explorar eso que llamamos el mal recurriendo a la ciencia para entender mejor el “lado oscuro de la humanidad”. Lo que lleva a cabo en ocho interesantes capítulos que abordan el tema desde la neurociencia y la psicología, pero también deconstruyendo fenómenos como lo escalofriante, la tecnología y las transformaciones que está produciéndonos, o la pedofilia y otras desviaciones sexuales que, en conjunto, aportan elementos para entender hechos difícilmente comprensibles como el infanticidio o el feminicidio mismo.

Resultado de imagen para imagen portada libro hacer el mal

Si bien la portada puede resultar no tan atractiva, la obra está bien escrita, tiene bases científicas, ritmo y lo mismo recurre a referentes conocidos para elaborar cuestionamientos provocadores, como Hitler, que explica términos como agresión y autocontrol, el cual requiere que el cerebro tenga comida en forma de glucosa de acuerdo con algunos estudios, por cierto, o se adentra  en cuestiones como si ¿es normal desearle una tragedia al cabrón de tu jefe?, o ¿por qué enviar mensajes pasivo-agresivos a tu pareja? Una lectura muy útil para entender, de forma sencilla y amena, los complejos entramados de una violencia que todo devora.

RELATED ARTICLES
- Advertisment -

Most Popular

Most Popular