En una de las regiones menos desarrolladas de la República del Congo, allà en Africa… con 70 % de pobreza (aquí tenemos el 53% de pobreza), la violencia se ha intensificado. Traen un pex entre las milicias Kamuina Nsapu, (principalmente integradas por niños y que generalmente actúan en contra del Estado); las Bana Mura, relacionadas con el Gobierno de ese país, y las Fuerzas Armadas de la República del Congo (FARDC), señaladas por la ONU de vulnerar los derechos humanos…así nomás por deporte.Ai’ les van testimonios como pa que senles pongan los pelos de punta y veamos de qué es capaz el ser humano.De los 454 que sobrevivieron para contarlo, por lo menos 45 % habían sido víctimas de violencia sexual por parte de una o más personas, una o más veces.Los testigos han contado que ha habido violaciones grupales a manos de los integrantes de Kumuina Nsapu de mujeres embarazadas, y siempre delante de sus propios hijos pequeños. Y al más puro estilo “mierte o mololongo”, les pregunta que prefieren y sin embargo algunas han muerto después de reiteradas golpizas y agresiones sexuales de varios sardos.
Una testigo de la etnia tetela narró que militares Kamuina Nsapu (una mujer y cuatro hombres) “entraron en su casa, decapitaron a su marido y uno de ellos bebió la sangre de su cabeza. Un jefe tomó su bayoneta, mutiló el rostro de la mujer e insertó su mano dentro de su vagina delante de sus niños. Estaba empujando su mano como si quisiera rasgar algo por dentro. Estaba embarazada de cinco meses. Sangró mucho. Luego la dejaron allí con sus hijos». Un testigo dijo que “en 2017 vio en Kamako a un grupo de Kamuina Nsapu portar clítoris y vaginas como medallas. Según el informe, también ha habido mutilación de las mamas”.Nomás imagínense que en la etnia luba, mayoritaria en Kasai, y que generalmente conforma la milicia Kumuina Nsapu, atacar el sexo y los senos de las mujeres, (simbólicamente) se vulnera a la comunidad.
En medio de este conflicto, las mujeres han sido agredidas incluso por bandos opuestos. Algunas que ya habían sido violadas por la milicia de Kamuina Nsapu fueron nuevamente violentadas sexualmente por soldados de Bana Mura.En la preparación de los niños reclutados por Kamuina Nsapu “son bautizados” bebiendo un revoltijo de varios ingredientes, como alcohol, huesos humanos triturados, sangre e insectos. Los infantes además deberán realizar decapitaciones como acto de iniciación.Otros sobrevivientes juran que algunas personas “cortaron, cocinaron y comieron carne humana, incluidos miembros extirpados de hombres vivos y cadáveres. Además, bebieron sangre humana”. Una niña de 14 años narró como “los milicianos de Kamuina Nsapu cortaron el pene de los soldados que habían sido asesinados y luego fueron asados y comidos. Los chicos cortaron los sexos y se los dieron a las chicas y se bebieron la sangre de las víctimas. La piel de los militares se secó, se redujo a un polvo que se mezcló con aceite de palma, que luego les pusieron en la boca o sobre la frente”. La chavita agrega:»Nos hizo perder el conocimiento y sentimos odio«.Muchos menores ( 1.220 niños y 658 niñas) reclutados vs su voluntad, “han sido vigilados, privados de libertad, golpeados, víctimas o testigos de tratos crueles y abusos”. Uno de esos niños contó: “A veces nos traían muslos humanos, que teníamos que cocinar, y latas de sangre».
Una niña capturada con su hermanita manifestó que fue llevada a un campamento donde solo había mujeres y allí fue obligada a cocinar y sacar agua para los milicianos, que no le daban de comer. Recuerda que vio a los milicianos cortarle las orejas a la gente que intentaba huir” La menor y otras mujeres fueron violadas repetidamente. Testigos informaron que niñas militarizadas “ordenaron la decapitación de sus familiares masculinos”.También son los más débiles estos pequeños. Como muestra, un niño de la etnia bindi correr hacia un representante de la ONU, ina gravemente herido por machetazos en el cuello. “El pequeño murió. La escuela de la aldea había sido atacada por milicianos de Kamuina Nsapu y las calles estaban llenas de cadáveres, incluidos los de sus hijos de 12, 15 y 17 años. Dos de ellos habían sido decapitados”.
Han oído de los diamantes de sangre? Sí, aquellos obtenidos por una población (sobre todo menores) esclavizados sujetos a malos tratos y privados de alimentos. Bueno, pues les llovió sobre mojado…en la minas de diamantes, cinco soldados adolescente de Kamuina Nsapu, degollaron a cinco mineros y “ordenaron al único sobreviviente que recogiera las cabezas y las pusiera en una bolsa. Entonces cortaron el sexo de uno de los cuerpos y bebieron la sangre que se escapaba. Al único sobreviviente le quemaron la mano derecha y el pie izquierdo antes de marcharse”. Las armas en esos ejémrcitos son sobre todo machetes y palos. Una persona contó unas 65 cabezas cortadas alrededor su pueblo. Una noche, como escarmiento, un grupo entró a la casa de un hombre, lo golpeó con un machete y le ataron un alambre a su miembro.Una mujer recordó que “después de tirar a su bebé al suelo, la milicia de Bana Mura tajó en dos a uno sus hijos, de dos años y medio de edad. Los atacantes extrajeron sus intestinos y los pusieron alrededor de la madre y los niños”. Castigan a los»sospechosos» de pertenecer a otras etnias o de tener amuletos. Cuenta otra menor:»Mi tía, que llevaba una cuerda en su cadera, fue decapitada inmediatamente. Los que no tenían fetiches fueron liberados«.Esta jovencita logró huir pero en el camino fue violada al igual que otras 15, entre ellas seis menores de edad. Otro sobreviviente narra que “tras ser detenidos por milicianos de Kamuina Nsapu en la aldea de Mwena Kangala, degollaron a los cuatro miembros de su familia, incluido su hermano de cinco años. Tuvo que transportar la cabeza y un brazo de su madre a la comunidad de Yangala”.
Y ustedes se preguntarán, qué diablos está en disputa como para cometer estas atrocidades? Minería. Al igual que aquí en Mexico las zonas azoladas por el narco, recursos naturales.En Africa es la lucha (entre otros elementos) por el coltán, usado por las grandes corporaciones para la fabricación de equipos electrónicos. Qué tal?
