En memoria de las víctimas de COVID-19, esta semana la playa de Copacabana en Río de Janeiro se llenó de un centenar de globos anclados sobre cruces negras simbolizando a las víctimas que perdieron la vida en su lucha contra el virus, además de mil globos inflados con helio que fueron soltados para rendir homenaje a las personas fallecidas por la enfermedad.
La iniciativa fue organizada por Rio de Paz, una ONG vinculada a la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Además de rendir tributo a las víctimas fallecidas, esta iniciativa también fungió como protesta a la gestión de la pandemia por el gobierno del presidente Jair Bolsonaro, quien minimizó la gravedad de la enfermedad a la que calificó de una “pequeña gripe”.
«Está equivocado el que cree que esto es una «fake news», que es una cosa política. Este aquí es Hugo, mi hijo de 25 años, él no era político, él era un ciudadano, era una persona que murió por COVID-19 a los 25 años», declaró Marcio Antonio do Nascimento Silva, un taxista que perdió a su hijo al comienzo de la pandemia.
Brasil sigue ocupando el segundo lugar mundial en contagios, superando los tres millones de casos por COVID-19 y las 100 mil defunciones. La región de Sao Paulo, la más poblada de Brasil con aproximadamente 46 millones de habitantes, continúa siendo el epicentro de la pandemia en el país.
Con información de Magaly Montoya
